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Por el Mtro. Gabriel Ordóñez
¿Cómo Educar a los Niños en un Mundo Híperconectado? La Crianza en la Era Digital
En la actualidad, la crianza de los niños y adolescentes se enfrenta a un desafío que antes no estaba tan presente: la tecnología y las redes sociales. Como psicoanalista, he observado cómo la era digital ha transformado no solo la forma en que los niños interactúan con el mundo, sino también cómo los padres deben adaptar sus estrategias de crianza para garantizar un desarrollo emocional saludable. En este contexto, es fundamental reflexionar sobre cómo equilibrar el uso de la tecnología con la necesidad de establecer límites claros, fomentar una comunicación abierta y, sobre todo, nutrir el amor como base de la relación familiar.
Es crucial que los padres comprendan que la tecnología no debe ser un sustituto de su presencia emocional. Tablets, smartphones y videojuegos pueden ser herramientas útiles para el aprendizaje y el entretenimiento, pero no pueden reemplazar el contacto humano, la mirada atenta y el diálogo afectivo que un niño necesita para sentirse seguro y amado.
He notado en reuniones con amigos, cumpleaños infantiles, restaurantes, etc., como muchos niños y adolescentes no interactuan con sus pares por el simple hecho de estar sentados únicamente en compañía de una tablet o un celular. Esto es realmente preocupante ya que se evidencia que no hay un apego sano y afectuoso, al contrario, hay un aislamiento por parte del niño y su entorno social.
Las redes sociales, por ejemplo, pueden ofrecer a los adolescentes un espacio para explorar su identidad y conectarse con otros, pero también pueden exponerlos a riesgos como el ciberacoso, la comparación constante y la sobreexposición. Aquí es donde los límites juegan un papel esencial. Establecer horarios para el uso de dispositivos y fomentar actividades fuera de la pantalla no solo los protege de los peligros digitales, sino que también les ayuda a desarrollar habilidades sociales y emocionales fundamentales.
En mi práctica clínica, he observado que muchos padres se sienten abrumados por la rapidez con la que la tecnología avanza y, en consecuencia, tienden a adoptar posturas extremas: desde la prohibición total hasta la permisividad absoluta. Sin embargo, ambas actitudes pueden ser contraproducentes. Winnicott nos recuerda que los niños necesitan un «ambiente suficientemente bueno«, es decir, un equilibrio entre la libertad y la contención. Esto se traduce en establecer límites claros y consistentes en el uso de la tecnología, pero también en mantener una comunicación abierta y empática.
Hablar con los niños sobre los riesgos y beneficios de las redes sociales, escuchar sus preocupaciones y validar sus emociones son pasos esenciales para construir una relación de confianza. Cuando los niños sienten que pueden acudir a sus padres sin miedo al juicio o al castigo, es más probable que compartan sus experiencias en línea y busquen orientación cuando enfrenten situaciones difíciles.
En última instancia, la crianza en la era digital no difiere tanto de la crianza en cualquier otra época: el amor sigue siendo el pilar fundamental. Winnicott hablaba de la importancia del «holding», ese sostén emocional que los padres brindan a sus hijos para que puedan explorar el mundo con confianza. En el contexto digital, esto significa estar presentes, acompañar a los niños en su uso de la tecnología y mostrarles que, aunque el mundo virtual sea fascinante, el vínculo humano es insustituible.

El amor también se manifiesta en la capacidad de los padres para adaptarse a las nuevas realidades sin perder de vista las necesidades emocionales de sus hijos. Esto implica educarse sobre las plataformas que usan los niños, participar en sus intereses digitales y, al mismo tiempo, modelar un uso saludable de la tecnología. Los niños aprenden más de lo que ven que de lo que se les dice, por lo que es fundamental que los padres también reflexionen sobre su propio uso de dispositivos y redes sociales.
La crianza en la era digital es un desafío complejo, pero también una oportunidad para fortalecer los vínculos familiares. Al establecer límites claros, fomentar una comunicación abierta y priorizar el amor como base de la relación, los padres pueden guiar a sus hijos en el uso responsable de la tecnología. Un niño necesita un ambiente que le permita ser él mismo, y en este mundo híperconectado, ese ambiente debe incluir tanto la conexión digital como la conexión humana. La clave está en encontrar el equilibrio adecuado, siempre con el corazón puesto en el bienestar emocional de los más pequeños.
Ser padres es una decisión que se debe afrontar con responsabilidad, madures, educación y sobretodo amor.
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2 comentarios en “La Crianza en la era digital”
¿Podrías dar algún ejemplo de cómo iniciar esas conversaciones, especialmente con adolescentes que a veces son más reacios a compartir? ¡Felicidades por abordar un tema tan relevante para nuestra sociedad actual!
Me parece muy acertada la referencia a Winnicott y el «ambiente suficientemente bueno», pues el equilibrio entre libertad y contención es el verdadero desafío. ¿Cómo sugieres que los padres puedan «modelar un uso saludable de la tecnología» si ellos mismos luchan por desconectarse en ocasiones? ¡Gracias por este análisis tan necesario!