En una sociedad obsesionada con la eterna juventud, ¿qué significa realmente envejecer? Nos sumergimos en esta profunda y necesaria conversación con Giovanna Mariel Creo González, psicóloga y tanatóloga existencial. A través de sus años como acompañante existencial, Giovanna ha presenciado la belleza y la complejidad de esta etapa vital, y nos invita a un diálogo sobre la vejez, no como un retroceso, sino como una oportunidad de sabiduría y autenticidad.
Este artículo es una colaboración con Giovanna Mariel, donde sus reflexiones, extraídas de su valiosa aportación, se complementan con datos y contexto adicional investigado por el revistazo para enriquecer esta mirada humanista sobre el paso del tiempo.
En Palabras de la Experta La Vejez es un Honor que Hay que Honrar
Giovanna Mariel inicia su reflexión con una pregunta poderosa: ¿qué hay que decir sobre la vejez?
«Mientras pensaba qué escribir y leía el título de esta edición especial, ‘El club de la eterna juventud’, me pregunté: ¿qué habrá que decir sobre la vejez? Entonces, como un rayo, vino a mí la respuesta: habrá que honrarla.»
Como experta, ella nos confronta con la dificultad que tenemos para nombrar esta etapa. ¿Por qué preferimos suavizarla con términos como «eterna juventud»? La respuesta, según la especialista, está en el miedo a envejecer, un miedo que nos hace intentar negar lo inevitable, como si la vejez fuese un error que corregir con cada crema antiarrugas.
el revistazo añade: La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el envejecimiento biológico como la acumulación de daños moleculares y celulares que llevan a un descenso gradual de capacidades. Sin embargo, como bien señala Giovanna Mariel, limitar la vejez al cuerpo es perder de vista su dimensión social, cultural, filosófica y psicológica.
«Este artículo es una apología a la vejez, desde la convicción de que tenemos derecho a envejecer con dignidad, sin necesidad de ocultarlo ni disimularlo.»
Para ella, se trata de una transformación: como en una flor, el marchitamiento no borra la belleza, sino que la transforma, dejando ver las arrugas y las canas como un testimonio de vida.
Tabla de contenidos
La vejez como confrontación con la finitud
Al aceptar la vejez como una posibilidad real, la psicóloga Giovanna Mariel nos lleva a un concepto fundamental de su práctica: la finitud.
Desde una perspectiva humanista-existencial, la vejez es una etapa cargada de sentido y de posibilidades, pero también de una confrontación inevitable con los límites de la existencia. Mirar la finitud es, paradójicamente, una invitación a vivir con autenticidad, pues la conciencia de que nuestra vida tendrá un final nos obliga a cuestionar cómo queremos vivirla.
El Tabú de la Muerte en México
«Hablar de la finitud en una sociedad como la mexicana sigue siendo un tabú. Sin embargo, permitirnos la incomodidad ante el tema puede llevarnos a actuar de manera distinta en nuestra vida. Es como estar parado sobre un hormiguero: la incomodidad te obliga a moverte.»
Como Giovanna Mariel nos compartió, esta incomodidad es el motor para preguntarnos: ¿cómo quiero transitar mi vejez? El envejecimiento, visto así, se convierte en un espacio de sabiduría, autocomprensión y reconciliación, con un énfasis especial en el cuidado y la dignidad humana.
Sabiduría existencial Frankl y Yalom
La visión de Giovanna Mariel se nutre de autores que han explorado la profundidad del ser, como Viktor Frankl e Irvin D. Yalom.
- Viktor Frankl nos recuerda que la vida mantiene su valor hasta el último instante, incluso en el sufrimiento de la vejez, ofreciendo una oportunidad para encontrar sentido.
- Irvin D. Yalom profundiza en cómo la conciencia de la muerte, aunque genere ansiedad, nos motiva a vivir de forma más plena.
Giovanna Mariel cita a Yalom para recordarnos el alto precio de la autoconciencia:
«La autoconciencia es un don supremo… Pero viene con un precio alto: la herida de la mortalidad. Nuestra existencia está para siempre ensombrecida por el conocimiento de que creceremos, floreceremos y, de manera inevitable, nos marchitaremos y moriremos.»
El paso del tiempo es, para la experta, una invitación a la ampliación de la conciencia, a encarnar lo que sentimos —emociones, miedos, deseos— sin juzgar.
No una segunda infancia la dignidad del adulto en plenitud
Al tomar conciencia de nuestros límites, podemos dejar de ver la vejez como un retroceso.
«Sin esta conciencia, corremos el riesgo de mirar la vejez como un retroceso, repitiendo frases como ‘se vuelven como niños’. Pero no, la vejez no es una segunda infancia. Esa etapa ya pasó.»
La especialista en tanatología existencial nos reta a vernos como adultos en plenitud, al final del camino, pero con toda la dignidad de lo vivido. La clave está en la autenticidad: trascender las imposiciones culturales sobre cómo «deberíamos vivir» a una edad determinada.
«Si tu deseo es simplemente mirar el horizonte, cosechar una milpa o seguir trabajando a los 80 años, que sea porque así lo sientes, no porque alguien lo dictó.»
Honrar la vejez no es un cierre, sino un proceso de construcción continua. Es mirar la vida con todos sus matices, hacer una retrospectiva, y reconocer nuestra libertad y la responsabilidad que conlleva.
Preguntas para el Alma
Para cerrar, Giovanna Mariel nos comparte una reflexión final de Yalom que sirve como homenaje a la vejez y como un llamado a la acción inmediata en nuestra propia vida:
“¿Cómo puedes vivir ahora sin seguir acumulando nuevos arrepentimientos? ¿Qué necesitas cambiar en tu vida?”
¿Quieres seguir profundizando en el tema?
Te invitamos a dejar tus comentarios y a compartir tu visión sobre la vejez. Giovanna Mariel Creo González estará encantada de leerte y de compartir su punto de vista en la sección de comentarios.
Conoce más sobre el trabajo de Giovanna Mariel Creo González:
- Formación Académica: Licenciada en Psicología, Tanatóloga Existencial, Acompañante Existencial.
- Redes Sociales:
8 comentarios en “La dignidad de las arrugas el club de la eterna juventud y la apología a envejecer con sentido”
Qué potente reconocer que la vejez no es una segunda infancia. Muchas veces lo decimos sin pensar, pero es cierto que puede ser hasta ofensivo. Mi abuela tiene 82 años y sigue tomando sus propias decisiones. Este artículo me hizo replantear cómo la trato y cómo hablo de ella.
Te agradezco que te hayas tomado el tiempo para leerlo.
Somos seres arrojados al mundo , condenados a nuestra libertad , con esto implícito nuestra responsabilidad y capacidad de decidir.
Mirar a los adultos mayores , como lo que son , adultos y no niños , es también cuestionarnos nuestra relación con nuestras propias decisiones, en otras palabras cuestionarnos cómo sera nuestra relación con la vejez.
Me emociona que mis palabras y tú disposición hayan abierto está posibilidad de replantear la mirada que tienes .
La metáfora de la flor que se marchita pero sigue siendo hermosa me llegó muchísimo. En una cultura tan obsesionada con lo joven, leer esto se siente liberador. Ojalá más medios hablaran de la vejez con esta profundidad y no solo como algo que hay que ocultar
Gracias por leerme .
Es liberador leerte .
Me dejó pensando la pregunta de Yalom: ¿cómo vivir sin seguir acumulando arrepentimientos? Creo que nunca había considerado la vejez como una etapa de expansión de conciencia, siempre la vi como pérdida. Gracias por abrir este espacio, lo voy a compartir con mis papás.
Gracias por compartirlo .
Qué artículo tan necesario. Me encantó cómo se aborda la vejez desde un lugar de dignidad y humanidad. Trabajo con adultos mayores y me sorprendió reconocer cuánto de este miedo social a envejecer influye en su autoestima. Gracias a Giovanna Mariel por poner palabras tan sensibles a algo que muchos evitamos mirar.
Gracias por tu sensibilidad al leer.
Te recomiendo leer las transformaciones del espíritu de Nietzsche .
Justo para abordar los miedos .
Creo que cuando nos dejamos vencer por nuestros miedos nuestra mirada hacia nosotros cambia y se vuelve menos auténtica.