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La salud mental en la maternidad: Un viaje hacia el bienestar emocional
«Es crucial que las madres y sus familias entiendan la importancia de la salud mental en cada etapa de la maternidad. La ansiedad y depresión postparto son más comunes de lo que se piensa y necesitan ser atendidas a tiempo»,
En esta ocasión, en el revistazo, tuvimos la fortuna de contar con el conocimiento de la Psic. Paola Muñoz Alejandre, quien amablemente nos cuenta los detalles de su experiencia con la maternidad y la importancia de la salud mental en este proceso. Además, nos permite conocer un poco de su historia de emprendimiento y cómo busca empatizar con aquellas mamás y papás que talvez no cuentan con esta información esencial.
La Psic. Paola nos cuenta:
La Salud Mental en la Maternidad: Un Tema que Necesita Atención en México
¨Poco se habla acerca de lo que pasa después de tener un bebé. En México, la salud mental materna se ha convertido en un problema de salud pública. Muchas mujeres experimentan cambios en su estado emocional, lo cual las lleva a experimentar un malestar psicológico que puede llegar a ser significativo si no es atendido a tiempo.
¿Volveré a ser la misma? ¿Qué pasa si no logro ser lo mejor para mi bebé? ¿Nuestra relación volverá a ser la misma? Estas y muchas preguntas más rondan nuestra cabeza antes y después de ser madres.
Empezaré hablando de lo bonito e indescriptible que es poder convertirte en mamá, desde ser un momento especial hasta los innumerables cambios que puedes llegar a experimentar. Sin embargo, también se pueden presentar cambios fisiológicos, emocionales, sociales y psicológicos. Todo ello se presenta desde el día uno para muchas mujeres, ya que conlleva dar comienzo a una nueva rutina tanto personal, familiar, laboral y de pareja. Se pueden llegar a presentar temas relacionados con la ansiedad o la depresión debido al proceso de embarazo, con base en pensamientos de rumiación: ¿todo estará bien? ¿Cómo serán los ultrasonidos? ¿Cómo se definirán los roles de pareja? ¿Y la crianza? ¿Qué hay del tema monetario? Estos son solo algunos de los temas que se ponen sobre la mesa al ser padres.
La salud mental en la maternidad es el estado emocional y psicológico que tienen las mujeres durante el embarazo, el parto y la crianza de sus hijos (Escuela de Postgrado de Psicología y Psiquiatría, mayo 3, 2023).
El proceso de maternidad y paternidad, aunque más asociado a las madres, ha llegado a ser un tema romantizado por la sociedad. Mucho se habla de lo especial que es pasar por un momento de embarazo, desde que tienes tu pancita y hablas acariciándola con tu bebé, hasta el momento único e indescriptible de hacer las primeras compras, el baby shower o blessingway, etc. Estos son momentos que hacen único el proceso, pero ¿qué pasa cuando hay mamás que desde el día uno son bombardeadas con lo que deberían hacer, los cuidados en caso de ser de alto riesgo, o los riesgos tales como la preeclampsia u otros factores de salud que puede presentar la madre? El pánico al saber que puedes llegar a ser madre soltera también es una preocupación. Todo ello es casi un tema prohibido, y ni se diga de hablar de las emociones en esta etapa de vida donde el sentirte mal es un tema del cual no se puede hablar.
Debido a ello, es de suma importancia poder hablar con nuestra pareja, familiares y amigos con toda confianza acerca de nuestro sentir en esta gran etapa. Poder verbalizar las preocupaciones diarias en esos nueve meses no nos hace malas madres o padres. Es de vital importancia poder pedir ayuda cuando empezamos a notar cambios en nuestra salud mental.
Sintomatología de la Ansiedad en la Maternidad:
- Cambios de humor constantes
- Taquicardia
- Hiperventilación
- Cefaleas
- Sudoración
- Problemas gastrointestinales
- Insomnio o hipersomnia
- Atracones
Sintomatología de la Depresión en la Maternidad:
- Cambios en el estado de ánimo
- Irritabilidad
- Tristeza
- Aislamiento
- Ansiedad
- Culpa o desesperanza
- Insomnio
- Falta de concentración
En fin, son muchas las situaciones por las que puedes llegar a pasar una vez iniciando el camino de la maternidad. Sin embargo, espero que parte de esta información te pueda ser de utilidad a ti, primera mamá o papá. Quiero compartir parte de mi experiencia después de relatarte un poco las bases psicológicas, ya que también la finalidad de este artículo es llegar a más familias y poder crear una comunidad de apoyo en esta hermosa pero también conflictiva etapa de vida.
La hermosa etapa de mi embarazo: Todo comenzó cuando me di cuenta de mi embarazo a las 24 semanas. No lo podía creer, ya que era algo que mi pareja y yo habíamos estado intentando. Uno de los primeros momentos de ansiedad fue el darme cuenta ya «tarde» de mi embarazo; estaba angustiada por que todo se hubiera desarrollado bien en ese periodo y no hubiera complicaciones. Mi embarazo fue de alto riesgo debido a un problema de tiroides (hipertiroidismo). Debido a ello, se nos hacía lejano el poder tener la oportunidad de ser padres. Afortunadamente, y uno de los consejos que puedo brindarte, es que tengas a tu lado a buenos profesionales de la salud que sepan llevarte de la mano, ya que gracias a mi endocrinóloga y a la buena praxis que tuvo, se logró este proceso. En caso de no contar con los medios económicos, trata de acercarte a los hospitales del sector salud, tal como el Hospital de Perinatología.
Uno de los principales procesos que también ayuda, y el cual te recomiendan los doctores para tener el primer apego con tu bebé, es el darle la bienvenida y así lo hice. Una vez saliendo del hospital, me dispuse a quitarme los tacones y empezar a usar zapatos más apropiados. Me dirigí al trabajo de mi esposo para darle la noticia. Ya en ese momento había un cúmulo de sensaciones en mi cuerpo y varios pensamientos en mi mente. Desde la noticia, comencé a sentirme tan agradecida. Era indescriptible la sensación que albergaba mi corazón, ¿qué seguía después?
Confusión y Alegría: Llegó el momento de la noticia. Recuerdo que pasé a comprar un artículo para bebé en Sanborns; compré un chupón ya que era lo que había, y me dirigí al trabajo de mi esposo. Tenía tantas ganas de decirle la noticia. Cuando finalmente llegó, le dije que cerrara los ojos. Cuando los abrió, le dije «vamos a ser papás». La emoción de ver su rostro me hizo muy feliz. Ahí comenzó toda la organización: programar citas para revisión ginecológica y ultrasonidos, comprar sus primeras cosas, su cuarto, el nombre, etc.
Llegó un momento único también cuando comenzamos a ir a los ultrasonidos. No podíamos creer que dentro de mí hubiera un ser tan diminuto esperando ser amado. Desde ese momento cambió un poco el panorama, ya que me dieron la noticia de que sería un embarazo de alto riesgo, por lo que enseguida me enviaron a casa con descanso absoluto. Imaginen mi sorpresa al tener que dejar por un tiempo mis consultas y a mis pacientes. El tener que dejar entre comillas mi rutina se hizo algo pesado y claro, no tardó en llegar un poco más la ansiedad, ya que para lo único que me dijeron que podía levantarme era para usar el sanitario, ir a la cocina y de regreso a la cama. Aunque también de vez en cuando podía caminar y salir muy poco. Así mismo, olvidé cuántas series de Netflix pude ver en ese momento. Claro que fue un momento también de paz y descanso que agradeció mi cuerpo, pero en el ínter, pude conocerme más, viendo lo fuerte que era al estar trabajando a mil por hora, con la alimentación que tenía que cuidar, los medicamentos que tenía que ingerir para que ambas estuviéramos bien, y por supuesto, cuidar de mi presión y estado emocional. Fue un proceso que al día de hoy agradezco haberlo transitado con el apoyo de tener a mi esposo y a mi mamá conmigo, ya que de no haber sido por ellos no lo habría logrado. Es de suma importancia contar con ese apoyo. Pude agradecer tanto a mi cuerpo que tanto me había dado y por el cual ahora estaba trabajando por dos. Afortunadamente, todo el proceso que me habían dicho los médicos que tenía que ser de cuidado salió positivamente.
Bienvenida a la nueva rutina: Nuestra bebé nació hace unos días, exactamente el 11 de julio, y con ella vinieron nuevas experiencias y sensaciones. No les puedo decir lo hermoso que es, desde que ves y oyes llorar a ese bebé que tanto estuvo en tu vientre. Todas tus prioridades cambian, y no puedes creer lo que pasó, haciéndote a la idea de que ya eres mamá o papá. Con ello, los primeros días son prodigiosos. Todos quieren saber de la bebé, visitarla, y disfrutar de este momento con la familia se vuelve parte de tu rutina.
La cesárea: Siempre es de importancia hacerle saber todas tus dudas a los médicos que te atenderán, ya que en mi caso, aunque fue programada, nunca imaginé todo el proceso por el que hay que pasar. Desde que estás en quirófano a punto de ser canalizada con varios medicamentos y, por supuesto, el tema de la anestesia raquídea. Un tema que les aconsejo preguntar a su médico, sobre todo los efectos que esta puede llegar a tener en el postparto. El dolor de la cesárea en mi caso era tolerable, pero molesto, ya que no podía moverme mucho, levantarme ni se diga. Otro momento de tensión fue tener que usar sonda, el que te tengan que ayudar a ir al baño y bañarte, y por supuesto, tener que pararte a caminar. Para mí, el momento más incómodo.
Dentro de mi puerperio había grandes incógnitas, como el hecho de la recuperación de mi cesárea, el sangrado intenso que se tiene, el ajuste hormonal en mi cuerpo, el tema de la lactancia y el no saber cómo atender a mi bebé. Pensaba que, una vez siendo mamá, todas sabíamos cómo hacerlo, pero no es así. Al estar en el hospital, tenía personal médico apoyándome en el tema de la lactancia, pero ya en casa no fue lo mismo. Lo único que pensaba era que no estaba lista para esta nueva etapa y era tanta la carga emocional y física que llegué a sentir ansiedad. Y justo esto es lo que quiero que muchas mamás y papás sepan. Es normal sentirse abrumados, con miedo y cansados.
La vida cambia completamente. Vienen los cambios hormonales, los baby blues y los pensamientos catastróficos sobre si estás haciendo las cosas bien o si tu vida volverá a ser la misma. Lo único que me mantenía cuerda era el pensar en lo agradecida que estaba por tener a una personita que depende completamente de mí y lo dichosa que soy por ello.
La adaptación: Después de unos días de estar ya en casa con bebé , empecé a adaptarme a la nueva rutina desde ver mi cuerpo de manera distinta , el no poder dormir bien y el ser inexperta y primeriza con el tema de la lactancia que hacía que mis pechos dolieran un poco , desafortunadamente ahí empezó otro momento ansioso ya que para mí sorpresa no genere suficiente leche. Tema seguido cuando por fin pensé que ya estaba del otro lado tuve reacción alérgica a algún medicamento lo que conllevó que fuera de nuevo al hospital para que aplicarán medicamentos ya que no aguantaba la comezón en el cuerpo debido a los medicamentos y a la reacción de los vendajes en mi piel. (así es hay muchas que somos alérgicas a las vendas o gasas). Mi consejo en este caso es escribir una lista con todas tus dudas hacia tu médico ya que en mi caso todo lo que no pase durante mi embarazo se presentó en el puerperio desde la intoxicación por medicamentos , la alergia por vendajes y un edema en pies por acumulación de líquidos. Sé que suena complicado y no es mi intención el desilusionarlos o preocuparlos sin embargo recuerden que esto me pasó a mí y la finalidad es llevar información que pueda ayudar a muchas mamás y papás a poder pasar este proceso lo mejor posible y estar conscientes de lo que puede llegar a pasar.
Mis sugerencias y cómo enfrentar los desafíos emocionales:
- Expresa tus emociones; no las reprimas. Puedes hacerlo con tu pareja, familia o amigos.
- Desconéctate de las redes sociales, prioriza tu salud mental y evita el bombardeo constante de información, ya que mucha de ella está romantizada.
- Busca apoyo y recursos de profesionales de la salud. Recuerda que no estás solo/a.
- Infórmate sobre los temas más importantes una vez que seas mamá, como el sueño de tu bebé y la lactancia.
- Practica la autocompasión; trata de ser positiva y trabaja en tu diálogo interno. Recuerda que no hay nada de malo en permitirte ser vulnerable.
- No olvides tener citas contigo misma y con tu pareja; la comunicación es la base de una buena relación, y ser padres no significa dejar de ser quienes son.
- Recuerda que la maternidad es una aventura llena de amor, sacrificio y crecimiento personal. Todo irá tomando su curso.
Depresión post parto
La depresión perinatal se considera un trastorno del estado de ánimo que puede ocurrir durante el embarazo y después del parto, y se refiere a los síntomas de una depresión mayor.
¿Qué signos de alarma pueden ayudarnos a detectar a tiempo este proceso?
- Estado de ánimo persistente de tristeza.
- Sentimientos de irritabilidad, inutilidad o impotencia.
- Fatiga y pérdida de energía.
- Pérdida de interés o placer en la mayoría de las actividades habituales.
- Insomnio.
- Problemas para establecer apego emocional con tu bebé.
- Pensamientos de muerte, de hacerse daño a uno mismo o al bebé.
- Dudas constantes sobre la capacidad de poder cuidar al bebé.
- Intentos de suicidio.
¿Cómo podemos ayudar?
Como sociedad, debemos crear una comunidad en la que podamos reaccionar de manera positiva ante los procesos mentales que ocurren durante la maternidad, sabiendo cómo apoyar, validar y escuchar.
Como familia y pareja, es fundamental tener en cuenta los procesos que los padres primerizos enfrentarán, respetando las reglas que establezcan al momento de las visitas.
Como pareja, es importante brindar apoyo en tareas básicas como hacer la compra, preparar la comida y lavar la ropa, entre otros.
Como mamá primeriza, recuerda cuidarte con límites saludables: alimentarte bien, hacer ejercicio en la medida de lo posible, tomar vitaminas, informarte sobre la lactancia y el sueño del bebé, aunque sea un tema complejo para muchas. Organiza las cosas del bebé (¡no te preocupes si todo pasa muy rápido!). Además, concédete tiempos de descanso cuando el bebé lo permita, para recuperar energía. Pero lo más importante es: ¡disfruta de tu maternidad!
La misión detrás de la la Psic. Paola Muñoz Alejandre
La Psic. Paola nos comparte que su sueño de emprendimiento nació de su propia experiencia y para crear comunidad entre las mujeres con dinámicas de amor propio
«Mi objetivo era crear un espacio seguro y de apoyo para las mamás que, como yo, han pasado por los altibajos emocionales que conlleva la llegada de un hijo. Queremos ser esa mano amiga que te acompaña y te guía en este viaje», explica la Psicóloga.
La apertura de sus dinamicas fue un paso crucial en el compromiso de la Psic. Paola Muñoz Alejandre de ofrecer apoyo especializado a las madres. «Tuvimos nuestros tropiezos, como cualquier emprendimiento, pero cada obstáculo nos enseñó algo valioso. Hoy, estamos orgullosos de ser un recurso vital para muchas familias», dice Paola orgullosa.
El equipo de terapeutas en la clínica Itcari, se esfuerza por brindar un servicio integral, desde terapia psicológica hasta talleres para padres. «Queremos que las familias sepan que no están solas. Estamos aquí para brindarles el apoyo y las herramientas que necesitan para enfrentar los desafíos emocionales que trae consigo la maternidad», concluye la Psicóloga.
Contacto
Para más información puedes contactar en:
Dirección: Lindavista 251 , lindavista norte , Gustavo A. Madero.
Teléfono: 56 30 49 68 96
No dudes en contactarte con la Psic. Paola Muñoz Alejandre para recibir el apoyo necesario en este maravilloso pero a veces complicado viaje de la maternidad.
