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Pásame mi clonazepam, el uso de benzodiacepinas en el adulto mayor

Pásame mi clonazepam

Rivotril, Valium, Tafil, Lexotan… Clonazepam, diazepam, alprazolam, bromazepam, etc. Son nombres populares que frecuentemente se prescriben para problemas emocionales e insomnio. Son excelentes medicamentos cuando tienen un propósito de uso adecuado y breve.

En los jóvenes se usan muy poco; en adultos se usan, pero controlados, y por algún motivo en los adultos mayores se prescriben con más frecuencia, por tiempo prolongado y con menor control. Y es precisamente su uso prolongado lo que convierte este «antídoto» en un «veneno».

Benzodiacepinas

El autor nos señala en «el revistazo» , Estos medicamentos forman parte de una clasificación llamada «benzodiacepinas». El primer referente se empezó a comercializar en 1963 bajo el nombre de «Valium» (diazepam) y fue un éxito como tratamiento, lo que dio pie a más investigación en estas formulaciones, nuevos compuestos químicos y formas de administración que los hacen eficaces y rápidos en su propósito.

Todos se caracterizan por los siguientes efectos en el cuerpo:

  • Hipnótico: Inducen el sueño.
  • Ansiolítico: Reducen la ansiedad y ataques de pánico.
  • Miorelajante: Favorecen la relajación muscular.
  • Amnésico: Frecuentemente generan lagunas mentales. No se recuerda con claridad lo que pasó mientras estaba bajo el efecto del medicamento.
  • Sedante: Reducen la capacidad de estar alerta y orientado en nuestro entorno.

Estos 5 efectos suceden porque reducen la velocidad en la que se activan las células nerviosas de nuestro cuerpo, principalmente las neuronas del cerebro. Pero dicha reducción no ocurre solo en «una parte» de nuestro cerebro, sino que en todo nuestro sistema nervioso (incluso algunos se usan para controlar las convulsiones), por lo que pueden generar efectos secundarios como:

  • Confusión y desorientación
  • Descoordinación para realizar actividades cotidianas, caminar y hablar.
  • Visión borrosa
  • Pensamiento lento
  • Olvidos y falsos recuerdos
  • Sueño excesivamente profundo/prolongado.

Incluso en algunos casos, efectos no esperados y contrarios, como inquietud e ira.

¡Importante! El utilizarlos por más de 3 meses genera tolerancia («ya no me hace efecto»), abstinencia («me pongo mal si no la tomo») y dependencia («no la puedo dejar»). Es decir, generan otra enfermedad: trastorno por adicción a benzodiacepinas.

Aquí es donde toma sentido la máxima de Paracelso, padre de la toxicología: «La dosis hace el veneno».

Para qué se usan

Pero con calma… Esto no quiere decir que su médico o la industria farmacéutica lo quiera dañar o «envenenar». Esto es como las tarjetas de crédito, no son malas, pero sí se pueden usar mal.

Son medicamentos que tienen reducción de síntomas y efecto terapéutico rápido, tienen la ventaja de que se pueden dosificar de manera sencilla y tienen pocas interacciones con otros medicamentos (como medicina para diabetes, colesterol y presión alta, etc.).

Sin embargo, es común que se indiquen como único tratamiento para los trastornos de ansiedad, depresión y para el insomnio. Lo cual es una decisión terapéutica que frecuentemente tiene más riesgos que beneficios; la Asociación Americana de Geriatría recomienda evitar su uso en adultos mayores de 64 años debido a que es más probable que se presenten efectos secundarios que superen los efectos beneficiosos de estos medicamentos.

Es muy frecuente que en la consulta médica solo se logre detectar insomnio (problemas para dormir) y se indique alguno de estos medicamentos por su efecto rápido. Y realmente es agradable para el paciente que se den soluciones rápidas a sus molestias, pero es deber del médico dar la mejor solución posible, sea o no rápida.

Por otra parte, las principales causas de insomnio son: eventos estresores de la vida (jubilación, duelo, enfermedad, dolor, etc.), malos hábitos del sueño (siestas prolongadas, cambios de horarios, mal uso del café, tabaco y alcohol) y muy FRECUENTEMENTE ansiedad y depresión.

Situaciones en las que las benzodiazepinas solo sirven como un parche en lo que la verdadera solución se hace.

Indicaciones

Sin generalizar, es importante entender que las benzodiacepinas son excelentes medicamentos para situaciones urgentes, pero rara vez son el medicamento definitivo.

Las condiciones médicas en las que sabemos que son útiles y seguros son:

  • Espasticidad muscular (contracturas musculares involuntarias y persistentes)
  • Crisis de ansiedad o ataques de pánico (como dosis única)
  • Sedación (para ayudar en procesos de anestesia y cirugía)
  • Catatonia (condición neuropsiquiátrica muy poco frecuente)

En casos en los cuales se puede utilizar (por máximo 3 meses) como tratamiento de apoyo:

  • Insomnio secundario a otras causas.
  • Epilepsia
  • Lesiones musculares.
  • Trastornos de ansiedad (fobia, ansiedad generalizada y trastorno por ataques de pánico)
  • Trastorno bipolar
  • Trastorno depresivo
  • Esquizofrenia.
  • Agitación psicomotriz (inquietud y descontrol de impulsos severo con riesgo de lesiones)
  • Cuidados paliativos.
  • Delirium tremens.

Problemas asociados

Existe la idea de que la calidad de vida en el adulto mayor forzosamente va a ser menor o cada vez peor. Es frecuente que se piense que es normal no tener energía, tener mucho sueño durante el día, inestabilidad al caminar, debilidad muscular o problemas de memoria.

Esto es un riesgo porque la sociedad y los mismos pacientes se pueden desahuciar. «Deme lo que sea para ya no sentirme así, total ya no me queda mucho», o, por el otro lado, «Dejen que se la tome, ya tiene mucho con ese problema, no se le va a quitar». Y esto puede enmascarar la carga emocional y de salud que el paciente lleva consigo, o el desgaste de los cuidadores.

Cuando se hace mal uso de medicamentos, todos estos problemas se vuelven una «profecía autocumplida» y un ciclo vicioso (en el extenso sentido de la palabra) difícil de romper.

Si lo vemos del lado económico, resulta ser poco eficiente el exponerse a riesgos como adicción o caídas (con riesgo de fractura de cadera), ya que son condiciones médicas que requieren de varias intervenciones, costo alto, tratamiento, cuidados y recuperación prolongada. Y el dinero no es lo más importante, pero a nadie le sobra; tampoco quiere gastarlo de manera innecesaria.

En la calidad de vida, el tener pensamiento lento, caminar lento e inestable, falla de la coordinación, mala percepción de nuestro espacio y fallas de la memoria puede ser suficiente para restringirnos en nuestras actividades diarias y aislarnos socialmente.

Alternativas

«Zapatero a sus zapatos». Hablaré en lo que estoy formado como experto.

¿Cuáles son los tratamientos más recomendados que puedan evitar o sustituir el uso de benzodiacepinas en adultos mayores?

  • Insomnio por factores estresores de la vida: Tener una red de apoyo de la comunidad y familia, asesoramiento o consejería en salud mental, buenos hábitos del sueño y/o psicoterapia.
  • Insomnio secundario a ansiedad o depresión: Lo mejor es, si el insomnio es secundario a otra enfermedad, tratar esa enfermedad. En el caso de las enfermedades por depresión y ansiedad, aparte de las medidas mencionadas en el punto previo, se recomienda agregar medicamento antidepresivo.
  • Insomnio por cambios de husos horarios o malos hábitos del sueño: Buenos hábitos del sueño (más abajo te explico esto ) y melatonina.
  • Trastornos de ansiedad generalizada y ataques de pánico: Como tratamiento principal, un medicamento antidepresivo. ¡Sí! También quitan la ansiedad y ¡no! No generan adicción. Pero pueden tomar unas semanas en hacer efecto.

Medidas no farmacológicas

Doctor, ¿y qué puedo hacer mientras? ¡Me siento mal! Lo primero es no sobrepensarlo; hay solución. Seguido de eso, puedes empezar a reflexionar para poder identificar cuál es tu problema. Pero siempre apóyate de un experto: psiquiatra, geriatra, internista o tu médico de cabecera, para que te ayuden a valorar tus síntomas y el mejor tratamiento para ti. En lo que llega tu momento de valoración, puedes revisar estas estrategias para manejar el estrés y el insomnio.

Cierre

Soy el Dr. Quiroga, quiero que estés bien y te cuides responsablemente. Si crees que te puedo ayudar, ¡búscame!

Sobre el Autor

Dr. Sebastián Quiroga Psiquiatra / Paidopsiquiatra

Sonorense que ha migrado para estar bien preparado. Médico por la UABC, Psiquiatra por la UASLP y Paidopsiquiatra por la UNAM. Empático, entusiasta y divulgador de educación médica. Espero mi trabajo te ayude a estar mejor ☻

Instagram: https://www.instagram.com/drquirogacs

4 comentarios en “Pásame mi clonazepam, el uso de benzodiacepinas en el adulto mayor”

  1. o que más me gustó es que mencionan que no todo se arregla con pastillas. Tener apoyo familiar, buenos hábitos de sueño y tratar la ansiedad o depresión con otros métodos hace toda la diferencia. Es un llamado a cuidar nuestra salud mental de forma integral.

  2. Esto explica muchas cosas que me pasaban con mi mamá. Se veía cansada todo el tiempo y un poco desorientada, y creíamos que era solo por la edad. Ahora veo que las benzodiacepinas de uso prolongado pueden ser la causa. Gracias por aclararlo.

  3. Muy buen artículo. Siempre pensé que mientras me ayudara a dormir, no pasaba nada, pero nunca consideré que podía generar dependencia o afectar mi memoria. Me parece muy útil la parte de medidas no farmacológicas; voy a probar la respiración diafragmática y la relajación progresiva.

  4. Me sorprendió mucho leer esto. Mi papá lleva años tomando Valium por insomnio y ansiedad y nunca nos explicaron los riesgos de usarlo tanto tiempo. Ahora entiendo por qué últimamente se siente más confundido y débil. Definitivamente vamos a hablar con su doctor sobre alternativas.

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