Tabla de contenidos
Por el Mtro. Gabriel Ordóñez
Inteligencia emocional en familia, aprendiendo a gestionar las emociones
La inteligencia emocional es una habilidad fundamental para navegar las complejidades de la vida, y su desarrollo comienza en el seno familiar. Desde una perspectiva lacaniana, las emociones no son meras respuestas biológicas, sino que están profundamente entrelazadas con el lenguaje, el deseo y las relaciones intersubjetivas. En este artículo, exploraremos cómo la familia puede convertirse en un espacio privilegiado para el desarrollo de la inteligencia emocional, entendida como la capacidad de reconocer, comprender y gestionar las emociones propias y ajenas. A través de la crianza basada en el amor y el respeto, los padres pueden guiar a sus hijos en el aprendizaje de esta habilidad esencial.
La inteligencia emocional, concepto popularizado por Daniel Goleman, se refiere a la capacidad de identificar, comprender y gestionar las emociones de manera efectiva. Sin embargo, desde una perspectiva lacaniana, las emociones no pueden reducirse a meros procesos cognitivos o biológicos. Jacques Lacan, enfatizó que las emociones están mediadas por el lenguaje y el orden simbólico. Es decir, las emociones no son solo sentimientos internos, sino que adquieren significado a través de las palabras y las relaciones con los demás.
En el contexto familiar, esto significa que las emociones de los niños no solo deben ser reconocidas, sino también nombradas y contextualizadas. Los padres juegan un papel crucial en este proceso, ya que son los primeros intérpretes de las emociones de sus hijos. A través del diálogo y la interacción, los padres ayudan a los niños a dar sentido a sus experiencias emocionales y a integrarlas en su mundo interno.
La familia es el primer espejo en el que los niños se ven reflejados. Desde una perspectiva lacaniana, el «espejo» no es solo una metáfora visual, sino un proceso simbólico a través del cual el niño construye su identidad y su relación con el mundo. Las respuestas emocionales de los padres actúan como un espejo que refleja y valida las emociones del niño, ayudándole a entender quién es y cómo se relaciona con los demás.
Por ejemplo, cuando un niño llora porque tiene miedo, un padre que lo abraza y le dice «entiendo que estás asustado, estoy aquí para protegerte» está reflejando y validando su emoción. Esta respuesta no solo calma al niño, sino que también le enseña que sus emociones son legítimas y manejables. Por el contrario, si los padres ignoran o minimizan las emociones del niño, este puede sentirse confundido y desconectado de sus propias experiencias emocionales.
El amor es el cimiento sobre el cual se construye la inteligencia emocional. Desde una perspectiva lacaniana, el amor no es solo un sentimiento, sino una estructura simbólica que organiza las relaciones y da sentido a las emociones. En el contexto familiar, el amor se manifiesta a través de la atención, la empatía y la disponibilidad emocional de los padres.
Los padres que crían con amor son capaces de contener las emociones intensas de sus hijos, ofreciéndoles un espacio seguro para expresarse y explorar sus sentimientos. Esta contención emocional es esencial para el desarrollo de la inteligencia emocional, ya que permite al niño internalizar un sentido de seguridad y confianza. Además, el amor incondicional de los padres ayuda al niño a aceptar e integrar sus emociones, tanto las positivas como las negativas.

Cómo fomentar la inteligencia emocional en la familia
Fomentar la inteligencia emocional en la familia requiere un enfoque consciente y deliberado por parte de los padres. Aquí hay algunas estrategias clave para lograrlo:
- Validación emocional: Reconocer y validar las emociones del niño, incluso cuando no estén de acuerdo con su comportamiento. Frases como «entiendo que estás enojado» o «es normal sentirse triste a veces» ayudan al niño a sentirse comprendido y aceptado.
- Diálogo abierto y empático: Fomentar un diálogo abierto sobre las emociones, en el que el niño se sienta libre de expresar sus sentimientos sin miedo al juicio o la crítica. Los padres pueden utilizar preguntas abiertas como «¿cómo te sientes?» o «¿qué te hizo sentir así?» para guiar al niño en la exploración de sus emociones.
- Modelado de comportamiento: Los padres son modelos a seguir para sus hijos. Al mostrar inteligencia emocional en sus propias interacciones, los padres enseñan a sus hijos a gestionar sus emociones de manera efectiva. Por ejemplo, un padre que maneja su enojo de manera calmada y constructiva está enseñando a su hijo a hacer lo mismo.
- Enseñanza de habilidades emocionales: Los padres pueden enseñar a sus hijos habilidades específicas para gestionar sus emociones, como la respiración profunda, la identificación de emociones y la resolución de problemas. Estas habilidades son esenciales para el desarrollo de la inteligencia emocional.
- Creación de un ambiente seguro y amoroso: Un ambiente familiar seguro y amoroso es esencial para el desarrollo de la inteligencia emocional. Los niños que se sienten amados y apoyados son más capaces de explorar y expresar sus emociones de manera saludable.
La inteligencia emocional es una habilidad esencial para la vida, y su desarrollo comienza en el seno familiar. Desde una perspectiva lacaniana, las emociones están profundamente entrelazadas con el lenguaje y las relaciones intersubjetivas, lo que significa que la familia juega un papel crucial en la formación de la inteligencia emocional. A través de la crianza basada en el amor, la empatía y el respeto, los padres pueden guiar a sus hijos en el aprendizaje de esta habilidad fundamental.
Al fomentar un diálogo abierto sobre las emociones, validar las experiencias emocionales del niño y modelar un comportamiento emocionalmente inteligente, los padres no solo están ayudando a sus hijos a gestionar sus emociones, sino que también están fortaleciendo el vínculo familiar y proporcionando un ambiente de seguridad y confianza. En última instancia, la inteligencia emocional en familia es un regalo que dura toda la vida, un legado de amor y conexión que se transmite de generación en generación.
Contacta con el especialista:
- Nombre: Gabriel Ordoñez – Psicoanalista
- Teléfono: 5571171592
- Instagram: psicoanalisis_g
- Facebook: psicoanalisisg
No te olvides de unirte a la conversación en los comentarios, en el revistazo estamos seguros de que para el Mtro. Gabriel Ordóñez será un placer leerte.