Las masas laminadas son una parte fundamental de la repostería y la panadería artesanal. En este artículo, vamos a sumergirnos en el apasionante mundo de las masas laminadas, explorando qué son, cómo se hacen y por qué son tan apreciadas por los amantes del buen pan y la pastelería, con la experiencia y el conocimiento que ofrece el Centro de Artes Culinarias Le Crois, un destacado instituto que imparte clases sobre este tema y otros aspectos de la gastronomía, panadería, repostería y más.
Tabla de contenidos
Definición de masas laminadas
Las masas laminadas se distinguen por su método de preparación, que involucra la integración de grasa entre capas de masa a través de un proceso de doblado y estiramiento. Este método resulta en una masa con múltiples capas delgadas, separadas por grasa, que al hornearse, se transforman en preparaciones hojaldradas y crujientes.

Proceso de elaboración
Elaborar masas laminadas es un proceso que requiere precisión, paciencia y técnica. Comienza con la mezcla de ingredientes básicos como harina, agua, y en algunos casos, levadura. Luego, se introduce la grasa, típicamente mantequilla o margarina, mediante un proceso llamado «empaste». La masa se dobla y estira varias veces, en un procedimiento conocido como «laminado», formando las capas características.
Tipos de masas laminadas
Existen distintas variantes de masas laminadas, cada una adecuada para diferentes preparaciones culinarias. Los ejemplos más conocidos son el hojaldre, la masa danesa, y el croissant.
Hojaldre
El hojaldre es la forma más pura de masa laminada, consistiendo únicamente en harina, agua y mantequilla, sin levadura. Su textura y volumen se deben al vapor que se forma entre las capas de grasa y masa durante el horneado.
Masa danesa
A diferencia del hojaldre, la masa danesa incluye levadura, huevos y azúcar, lo que le da una textura más tierna y un sabor dulce. Es ideal para dulces y postres rellenos.
Croissant
El croissant combina levadura, azúcar, y leche en su preparación, resultando en un pan ligero y aireado con una textura hojaldrada. A menudo se disfruta en desayunos o meriendas, puro o acompañado.

Aplicaciones culinarias
Las masas laminadas se emplean en una amplia variedad de preparaciones, desde sencillas tartas hasta complejas pastelerías. Por ejemplo, el hojaldre sirve como base para tartas saladas y dulces, empanadas, y milhojas. La masa danesa es preferida para elaborar rollos y dulces rellenos, mientras que los croissants son ideales para el desayuno o la merienda.
Consejos para una perfecta ejecución
La clave para trabajar con masas laminadas es mantener los ingredientes fríos para que la grasa no se derrita antes del horneado, asegurando así la formación de capas hojaldradas. El proceso de laminado debe hacerse cuidadosamente para mantener la integridad de las capas de grasa y asegurar que la masa sea manejable.
Disfrutando de las Delicias de las Masas Laminadas

En conclusión, las masas laminadas son una parte integral de la repostería y la panadería artesanal. Su textura hojaldrada y su delicado sabor las hacen irresistibles para los amantes del buen pan y la pastelería. Con una amplia variedad de tipos y aplicaciones, las masas laminadas ofrecen infinitas posibilidades creativas en la cocina, permitiendo a los chefs y panaderos experimentar y crear una amplia gama de deliciosos productos horneados, bajo la guía y el aprendizaje proporcionado por el Centro de Artes Culinarias Le Crois.