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Envejecer no es el final, es una nueva oportunidad
El terapeuta Ernesto Briseño, nos comparte en «el revistazo» .
Llegar a la etapa de adulto mayor no tiene por qué significar declive o pérdida. Desde la Psicoterapia Humanista, el envejecimiento puede convertirse en una etapa de plenitud, crecimiento y sentido profundo.
El enfoque humanista no busca “arreglar” a las personas, sino acompañarlas a descubrir dentro de sí mismas la capacidad de sanar, aprender y seguir creciendo. Se trata de una perspectiva centrada en la persona, que honra su sabiduría y su potencial inherente.
Como dijo Carl Rogers, padre de la terapia centrada en la persona:
“Si puedo proporcionar un cierto tipo de relación, la otra persona descubrirá dentro de sí la capacidad para usar esa relación para crecer y cambiar.”
— Carl Rogers
La psicoterapia humanista
La psicoterapia humanista parte de una idea sencilla pero poderosa: Todo ser humano posee una tendencia natural hacia el desarrollo, la comprensión de sí mismo y la búsqueda de sentido.
En la práctica, el terapeuta humanista ofrece tres condiciones básicas para crear un ambiente sanador:
- Autenticidad (o Congruencia): Ser genuino y transparente en la relación terapéutica.
- Aceptación Incondicional: Ver al otro con profundo respeto, sin juicios, validando su experiencia.
- Empatía Profunda: Esforzarse por comprender el mundo interno del cliente como si fuera el propio.
Estas condiciones crean un espacio terapéutico cálido y transformador, esencial para que el adulto mayor pueda sentirse visto, escuchado y valorado.

Por qué este enfoque ayuda a los adultos mayores
Muchos adultos mayores se enfrentan a pérdidas significativas, cambios físicos, el proceso de la jubilación o sentimientos de soledad. La psicoterapia humanista les ayuda a dar sentido a su historia, aceptar su presente y mirar al futuro con esperanza.
Este enfoque es particularmente efectivo por tres razones clave:
- Escucha auténtica y presencia: El terapeuta no se centra únicamente en los síntomas o problemas, sino en la persona en su totalidad. Esta presencia empática y respetuosa se convierte en una poderosa herramienta de sanación y validación.
- Reconexión con el sentido de vida: Durante la vejez, surgen preguntas existenciales profundas como: “¿Qué ha significado mi vida?” o “¿Qué quiero vivir todavía?”. La terapia humanista acompaña estas reflexiones para que emerja un nuevo propósito, integrando el pasado, el presente y el futuro de forma coherente.
- Superación de mitos y estigmas: El proceso terapéutico desmantela la creencia de que “ya no vale la pena hacer terapia”. Estudios recientes demuestran que los adultos mayores también poseen una gran capacidad para cambiar, sanar y seguir creciendo emocionalmente.
Tres claves prácticas en la terapia humanista con adultos mayores
El acompañamiento terapéutico se centra en procesos específicos de esta etapa de la vida:
- Acompañar las pérdidas y transiciones: El terapeuta brinda un espacio seguro para elaborar duelos (por la pérdida de seres queridos, salud o roles sociales) y redescubrir nuevas fuentes de significado y conexión.
- Explorar el legado y la espiritualidad: En esta etapa, muchos desean reconciliarse con su historia, perdonarse y reflexionar sobre la huella que desean dejar. La terapia humanista abre el camino hacia esa integración interior y la búsqueda de trascendencia.
- Fomentar la autonomía y la dignidad: El adulto mayor no es un paciente pasivo, sino el protagonista de su propio proceso. El enfoque fortalece su autoestima y su libertad personal al promover su capacidad de tomar decisiones y dirigir su vida.
Mitos sobre la vejez y la terapia
Es fundamental desafiar las creencias limitantes sobre el envejecimiento y el desarrollo personal:
| Mito | Realidad desde el Humanismo |
| “Ya es tarde para cambiar” | Nunca es tarde. La psicoterapia humanista ayuda a resignificar la vida a cualquier edad, enfocándose en la plenitud del presente. |
| “Solo los jóvenes pueden desarrollarse personalmente” | El crecimiento humano no tiene fecha de caducidad. Cada etapa tiene su propia sabiduría y potencial de desarrollo. |
| “La terapia no sirve para la vejez” | La evidencia científica muestra mejoras significativas en el bienestar emocional y la calidad de vida en adultos mayores que asisten a terapia. |
Contacto y Redes:
- Teléfono: +52 55 5406 9132
- Instagram: @ernestobriseno.terapeuta
- Sitio Web: www.jebm-psicoterapeuta.com













10 comentarios en “Cómo la psicoterapia humanista puede abrir un nuevo capítulo en la vida del adulto mayor”
Gracias por la apertura de este artículo al camino poco explorado de la vida del adulto mayor, creo que encontrarle un sentido a la vida no es un proceso sencillo y más en esa etapa. Ahora tengo más claridad sobre el acompañamiento que ofrece la psicoterapia humanista.
Muchas gracias por tomarte el tiempo de leer el artículo y compartir tu reflexión. Coincido contigo: encontrarle sentido a la vida no es un proceso sencillo, y en la etapa del adulto mayor suele implicar cuestionamientos profundos y muy humanos. Me alegra saber que el texto te brindó mayor claridad sobre el acompañamiento que ofrece la psicoterapia humanista, cuyo propósito es justamente caminar al lado de la persona con respeto, empatía y confianza en sus propios recursos. Gracias por tu apertura y por permitir que esta conversación siga viva.
Gracias por este contenido tan humano. El enfoque de autenticidad, aceptación incondicional y empatía es algo que todos merecemos, sin importar la edad. Me gustó mucho cómo describen la vejez como una etapa de integración y no de pérdida. Realmente cambia la manera de verla.
Muchísimas gracias por tomarte el tiempo de leer el artículo y compartir tus palabras. Me alegra profundamente saber que el mensaje llegó a tu corazón y que la mirada de la vejez como una etapa de integración resonó contigo.
Desde la perspectiva humanista, cada persona —sin importar la edad— merece ser vista con autenticidad, aceptación y dignidad; por eso, saber que este enfoque te aportó una nueva manera de mirar esta etapa de la vida es muy valioso para mí.
Aprecio genuinamente tu comentario y el espacio de conexión que se genera a través de él. Gracias por permitir que este contenido abra reflexión y esperanza.
Te mando un cálido saludo y mis mejores deseos en tu propio camino de crecimiento.
Ernesto Briseño
la parte de los mitos fue la que más me movió. ¡Cuántas veces escuchamos que ya no tiene caso hacer terapia a cierta edad! Es increíble saber que aún podemos sanar, aprender y transformarnos. Envejecer NO es rendirse, es otra oportunidad, como bien menciona el artículo
Muchas gracias por tus palabras. Me alegra profundamente saber que la parte de los mitos te resonó. A veces cargamos con ideas que nos limitan sin darnos cuenta, y reconocer que siempre podemos sanar y transformarnos —sin importar la edad— es un acto de enorme valentía.
Gracias por abrirte a esa posibilidad y por darte el espacio de reflexionar. Envejecer, como dices, no es rendirse: es una nueva oportunidad de estar más cerca de nosotros mismos.
Gracias por leer y por compartir tu sentir. Tu mensaje le da aún más sentido a este trabajo.
Me hizo mucho sentido lo de reconectar con el sentido de vida. Tengo 68 años y justo ahora estoy cuestionándome qué quiero vivir todavía. La psicoterapia humanista suena como un espacio donde uno puede sentirse válido y escuchado, sin que lo traten como si ya no importara.
Muchas gracias por tomarse el tiempo de compartir lo que le movió del artículo.
Leerle me conmueve profundamente.
A los 68 años —y a cualquier edad— cuestionarse qué se desea vivir todavía es un acto de enorme valentía y una señal de que su mundo interno sigue vivo, en movimiento y con ganas de abrir nuevos significados. Reconectar con el propio sentido de vida no es un proceso menor; es un camino muy personal que merece ser acompañado con respeto, presencia y autenticidad.
Me alegra que haya encontrado en la psicoterapia humanista una posibilidad de sentirse visto, escuchado y validado. Ese es justamente el espíritu de este enfoque: reconocer la dignidad y la capacidad de cada persona para seguir construyéndose, sin presiones, sin juicios y sin reducir su valor a la edad.
Gracias nuevamente por su confianza al compartir algo tan íntimo.
Qué artículo tan esperanzador. Siempre escuchamos que envejecer es “el inicio del final”, pero aquí lo explican como una etapa de crecimiento interior. Me encantó cómo lo plantea Ernesto desde el enfoque humanista: no arreglar, sino acompañar. Qué necesario es este cambio de mirada
Muchas gracias por tus palabras. Me alegra profundamente que el artículo haya resonado contigo. Creo, al igual que tú, que necesitamos replantear la forma en que miramos el envejecimiento: no como un cierre, sino como una oportunidad para seguir creciendo, reconectar con lo esencial y abrazar nuevas formas de sentido.
Desde el enfoque humanista, acompañar —y no “arreglar”— es honrar la dignidad y la historia de cada persona. Me llena de esperanza saber que este mensaje te resultó valioso. Gracias por darte el tiempo de leer, sentir y compartirlo.
Un abrazo con gratitud,
Ernesto Briseño